segunda-feira, 17 de julho de 2023

El estándar de la tortilla, 2.

¿Posible contendiente? Nel.

 

 

 Me gustaría aclarar unas observaciones que me hicieron algunos lectores de la primera parte, antes de proseguir. 

La hme es la unidad de valor de uso de un kilo de tortilla maíz nixtamilizado, hecha en máquina. No es el kilo de tortilla y no es su precio en pesos, pero está atada a ambos conceptos. Es la unidad de valor, abstraída, pero fundamentada, del objeto material que la inspiró. No estoy proponiendo que se use ni como resguardo de valor, ni como moneda, un kilo de tortilla real, dado que se me comentó que no tienen durabilidad. No es una entidad física siquiera lo que se propone, cuando se propone una unidad de medida. El Metro, unidad de longitud, no es una pieza de madera, o de platino con iridio. Es el concepto de la unidad con su definición (posiblemente cambiante). La hme propuesta pertenece a este orden de ideas "pitagóricas" por decirlo de algún modo, aunque tanto el metro como la hme están inspiradas en objetos tangibles y se pueden, de alguna forma, encarnar como un objeto sólido.

Una unidad de valor de uso, que nos permita medir cuanto apreciamos el uso que algo tiene, es diferente del metro en que pretende medir de alguna forma cosas no enteramente objetivas. Resulta que algunos economistas usan el concepto del utilio, una medida de que tanto subjetivamente te parece que es útil otro bien valuable, por ejemplo, un dólar norteamericano. Y pues resulta que que tantos utilios vale para ti un dólar depende mucho de tu situación de afluencia y de trabajo. Los utilios además son buenos pa medir cosas que no se pueden valuar realmente en dinero, como tiempo perdido haciendo colas en las oficinas del SAT, o pasear a tus perros por gusto. Descubrí el concepto en el libro de Jordan Ellenberg "How not to be wrong", un gran texto de divulgación sobre el pensamiento matemático, del cual no parece haber traducción al español. Es una medida guanga, no tiene un estándar, y lo que nos importa de ellos es su comportamiento general subjetivo. Ellenberg da en su libro varios ejemplos. El que más me gustó fue el siguiente (que es real).

Una escritora (Fran Lewobitz)  trabajó de joven como taxista. Daba suficientes rondas para que le saliera el gasto de su vida cotidiana, y ni un pinche minuto más trabajaba. ¿Porqué? Pues, para ella, cada minuto que gastaba en trabajar le quitaba tiempo para escribir, y ese tiempo valía mucho más que los dólares que podría ganar rolando de taxista. No porque ganara mucho como escritora, pues no la había hecho aun, sino porque le gustaba más. El disfrute de escribir le aportaba más que el dinero. Por ende, los dólares que ganaba eran más o menos proporcionales a los utilios que el sentía que ganaba, hasta cierto punto. Después de ese punto cada dólar extra valía, para ella, 0.00 utilios. No le aportaba nada y perdía tiempo, más valioso. 

Debo decir que esta idea de tener medidas guangas para cosas subjetivas y pretender hacer ciencia objetiva con ellas me emociona. Probablemente es el enfoque más bonito que he visto en economía. Mi ignorancia en estos temas es amplia, pero creo que las corrientes de economistas que juegan con esto son los llamados "utilitarios" (obvio) y unos jóvenes que se hacen llamar economistas antropológicos o sociales. 

Aterrizando de regreso, para retomar la unidad que propongo. La hme es parecida a los utilios, con una diferencia práctica: al tener una comparativa en pesos mexicanos, en el precio de la tortilla, podemos tener una medida intuitiva que relacione la sensación de valor con el precio.  También  ayuda a sentir, literalmente en boca propia, la devaluación.

Otros lectores discutieron la idea de usar la miel como unidad. Es una idea también divertida y que tiene puntos fuertes. Arguyeron que es mucho más durable. Esta bien, si quieres usar la miel física real como resguardo de valor; varias culturas lo han hecho, pero no es mi intención. Otra propiedad que lo hace interesante pero inconveniente para mis propósitos es que la miel es un bien relativamente lujoso, y en el mercado actual, eso quiere decir que su precio es bastante especulativo. Por ende no se podría usar como unidad comparativa. Mieles de calidades muy distintas pueden costar lo mismo, pero su valor de uso es muy diferente. En México mucha miel que se consigue en las Ciudades es adulterada o rebajada con melaza de caña. Su valor de uso se afecta con ello, puesto que muchas de sus aplicaciones medicinales o rituales (como para hacer fermentos alcohólicos) se pierden con ello. Se devalúa, en un sentido profundo materialista. Entonces, aunque creo que la Miel es un gran ejemplo de objeto de gran valor de uso y de intercambio, es bastante poco estable para derivar de ella una unidad de valor, aunque podría ( con controles de pureza ) derivarse una unidad de intercambio, como lo fue la semilla de cacao en estas tierras antes de la invasión europea. 


Bueno, ya me queda poco espacio para retomar donde se quedó la primera parte, pero les pongo la respuesta a la tarea anterior. El peso mexicano valuado en hme, se ve así, y la función es simplemente 1/x de los datos mostrados en la tabla anterior.

Estrictamente, no hay ningún dato nuevo, es sólo otra forma de visualizar la tabla. El brinco entre 1999 y el 2000 es también muy notorio en este caso. El peso pasa de poder comprar un tercio de kilo de tortilla a menos de un cuarto. Actualmente es menos de un vigésimo de kilo. Lo cual, sin otros datos (como sueldos normales) es bastante escandaloso. Un peso podría salvarte del hambre de un día, relativamente bien, en 1998. Ahora no me parece si alcance para una tortilla.
 

Les dejó hasta aquí en lo que consigo otros datos que quiero comparar contra la hme.

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