sábado, 5 de outubro de 2019

Los idiotas adultos en el poder.

No puedo identificarme a mis ya bastantes más de 30 años como adulto, en esta acepción que se pinta de "madurez" en un eufemismo de "rendido, agotado, desalmado". Por eso uso el término casi siempre de forma derrogatoria y a pesar de mi edad, hablo de "Los Adultos" como un grupo ajeno a mí y a mis intereses. Me siento mucho más identificado con "Los Jovenes" o incluso, con adolescentes.

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(Cartón de Quino)

Mi mayor problema con el término tiene que ver con la gente que ostenta el poder, lo que los gringos llaman "old white guys", que no siempre son tan viejos, ni tan blancos, y a veces no son "tipos" sino "tipas", pero se comportan de forma muy alineada con alguna imagen que ese terminajo nos hace evocar: un banquero de Wall Street, conservador o reaccionario, de tintes racistas y sin conciencia del daño que producen sus ganancias a otros.

Esta semana tres Adultos empoderados despotricaron de forma muy cobarde e idiota contra la fuerza y la energía de la juventud, y genuinamente rayaron en el rídiculo. Desgraciadamente ellos tienen el poder y una influencia de opinión severa. Y además pueden básicamente disparar impunemente contra nosotros.

El más inocuo pero muy revelador fue el Peje, AMLO, presidente de México. Declaró que iba a acusar a los bloques más agresivos de las marchas del 2 de octubre "con sus mamas". Quiero que ponderen esa visión unos segundos. El Peje está básicamente considerando a los jóvenes como un montón de niños malcriados de 6 u 8 años. Los bloques negros ( anarquistas / vándalos / provocadores según el reporte y el grado de afinidad que sintamos con su actuar ) son en su mayor parte conformados por gente legalmente adulta, ya entrada en años algunos, y no creo que sus mamas tengan mucha influencia sobre si van a grafitear edificios y vitrinas, por un lado. Tal vez alguna de ellas incluso sea una genuina anarquista de corte combativo no pacifista y les enseñe a hacer bombas molotov, al estilo clásico. De todas formas, ningunearles su genuina furia por vivir en un estado que ha pasado de aparentar ser "autoritario" a ser abiertamente un narcoestado, es legítima, como es legítimo expresar su desdén por símbolos del Orden Mundial actual, que descanza en buena medida sobre la existencia de narcoestados torturadores y asesinos. En 1968 el gobierno de México disparó contra la juventud en un acto de paranoía y conservadurismo mezclados con miedos de macho de cantina. Recientemente el gobernador de Guerrero usó la policia como agentes de tortura al servicio del Narco y asesinó con lujo de crueldad estudiantes, el futuro del estado. Asimismo el cleptocrático gobernador de Veracrúz usaba la policia como sus agentes de la muerte y el terror contra estudiantes y periodistas. El Peje ningunea la capacidad de los Jovenes para estar furiosos y llenos de odio contra el Estado Mexicano. Su declaración lo hace ver como alguien que cree que no es "educado" enojarse cuando están matando con tortura a tus amigos, para proteger al crimen. Que sus mamas les tiene que dar unas nalgaditas o algo asi. Si esto no es un ejemplo de Adulto Estúpido en el Poder, que alguien me explique que es entonces.

El segundo ejemplo es un artículista de opinión de nombre Bjorn Lomborg y salió con una idiotez en Milenio ("Porque Greta Thunberg está equivocada") . Segun Milenio, Bjorn es  " una de las 100 personas más influyentes del mundo por la revista Time, una de las 75 personas más influyentes del siglo XXI por la revista Esquire y una de las 50 personas capaces de salvar el planeta por el periódico The Guardian,", así que cuenta con bastante poder al parecer y sus opiniones son importantes en el escenario mundial. Obviemos el hecho de que sus credenciales son dadas por el mismo grupo de adultos empoderados. ¿Porque siento que dice pendejadas? Porque el adulto está atacando un punto que no es el que Greta sostiene. La está acusando de un error que no hizo y le toma una publicación en varios medios internacionales para invalidar la lucha que está haciendo la joven. En su opinión, declara que Thunberg está siendo una ludita a ultranza, que quiere que "retornemos a lo primitivo"... en ninguna de las exigencias de Thunberg se puede leer eso. También la acusa de anticientifica y antitecnológica... Greta ha mostrado claramente que ella y su movimiento están a favor de solucionar los problemas del cambio climático con mejores tecnologías, no con la supresión de ellas. Lo que Greta rechaza no es que la gente tenga mejor calidad de vida: lo que está atacando es la ambición desmedida de las corporaciones que se enriquecen destruyendo el Mundo.

Como tercer ejemplo tenemos a dos de las cabezas de estado más poderosas del mundo actuando como bravucones de secundaria que se burlan de los niños más pequeños. Probablemente no debería de esperar nada bueno de Trump y Putin y es un poco superfluo burlarme de sus idiotas comentarios sobre Greta, pero me la ponen tan fácil y resultan tan buen ejemplo que no me pude resistir. Estos personajes en principio son el depósito del poder ejecutivo de naciones con economías aplastantes, ejercitos brutales, y reservas de armas nucleares suficientes como para acabar la vida en el planeta varias veces. Si uno acabara de llegar a la Tierra, pensaría que tal vez serían capaces de actuar con dignidad, sobriedad y ecuanimidad. Los que llevamos aquí rato sabemos que "au contraire". Ambos dos, en un despliegue de inmadurez característico, se vieron en la fuertísima necesidad de burlarle de Greta y ningunearle su postura. El más brutal fue Putin, que de plano la consideró incapaz de pensar por si misma al tratarla de manipulada, seguramente por los mismos intereses oscuros que manipulan al 98.5% de la comunidad científica internacional y a los activistas ecológicos de todo el mundo. Putin es un hombre tan inseguro de su poder que manda encarcelar a grupos de punk porque le mueven el piso ( "desestabilizan a Rusia" en su lenguaje). Trump es un retrazado mental que idolatra a Putin, así que no podemos esperar algo mas elaborado en su percepción de las cosas.

Es claro que las cabezas de estado y de opinión le tienen tanto desprecio a los movimientos y sentimientos de los jovenes. Dado como actuan los unos y los otros, es claro que son enemigos en buena medida: sus intereses están encontrados. Los vejetes machitos en el poder, en el interés de maximizar ganancias, la retórica del "crecimiento económico", y la "estabilidad". En el otro, está la vida. Es la vida contra algo que ni siquiera es muerte: es lo no-vivo, la stasis, lo inerte, excepto en sus gráficas de Wall Street.

Y por supuesto: 2 de octubre no se olvida.



quinta-feira, 5 de setembro de 2019

Odio a la UNAM, adendo.


La doctora  Lorena María Durán Riveroll publicó esta historia a través de fb. Es una más de aquellas formas en que la UNAM está infectada hasta el fundamento por la cultura de la corrupción y el abuso del poder del fuerte sobre el débil. De todas las historias que conozco esta es una de las más grandes y más recientes. Urgo al lector a ver el texto original, del que, para que quede una copia al alcance, pongo aquí integro sin editar.


Esta es la situación en la UNAM y el fracaso del "Protocolo para la Atención de Casos de Violencia de Género"
Agradezco que compartan.
Carta abierta
Dr. Enrique Graue Wiechers, Rector
Dr. William Lee Alardín, Coordinador de la Investigación Científica
Dra. Mónica González Contró, Abogada General
A la opinión pública y los medios de comunicación
El día de hoy, 30 de agosto de 2019, fue mi último día como catedrática del CONACYT en la UNAM. Pero antes de irme de la ciudad, es indispensable que informe de las circunstancias de mi partida, por mí, por mi hijo, mis colegas, amigas y, sobre todo, por mis estudiantes mujeres.
Para ingresar como catedrática al Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICML), se me exigió, de manera irregular, que propusiera un proyecto. Éste debió ser propuesto por los investigadores proponentes, pero no fue así. El proyecto que envié fue revisado, corregido y aprobado por el Consejo Interno y por el Consejo Técnico de la Investigación Científica (CTIC). Es decir, mi compromiso laboral era en ese proyecto.
Sin embargo, el Dr. David Uriel Hernández Becerril, “Responsable Técnico” (RT) del “Proyecto Institucional” de la cátedra, nunca se informó acerca de las Cátedras CONACYT. Ignorando lo acordado por el Consejo Interno del ICML y el contenido de mi proyecto, decidió que yo había sido empleada como su técnica y para que revisara muestras de hace 10 años. En la primera semana me dijo directamente: “no cuentes con un centavo de mi presupuesto para tu proyecto”. Lo acepté como un reto, pensé que me las podría arreglar y que en la UNAM mi trabajo y mis resultados hablarían por mí.
Durante estos tres años usé los fines de semana y vacaciones para ir por muestras y establecer cultivos, ya que David no me daba autorización para ir a Veracruz, que era el sitio de recolección que yo podía costear con mi salario. Actualmente tengo un cepario con más de 100 cultivos monoclonales de dinoflagelados, algo que nadie ha tenido en este Instituto. He publicado siete artículos arbitrados, tres capítulos de libros, una tesis de licenciatura y tengo cuatro más en proceso y una de maestría, además de un proyecto de Ciencia Básica aprobado. Todo lo hice sin apoyo, sin dinero. Colaborando con otros institutos de la UNAM, del país y del extranjero.
David Uriel Hernández Becerril es conocido como “el doctor acosador” en todos los círculos de la investigación sobre fitoplancton y entre la población estudiantil del Posgrado en Ciencias del Mar y Limnología, del que fui profesora durante tres años. Por esta fama, cuando yo era estudiante de doctorado nunca acepté salir con él, a pesar de su insistencia. No le acepté ni un café, y eso, evidentemente, tuvo consecuencias negativas para mi. Él tiene una larga lista de mujeres violentadas y acosadas, con demasiado miedo para hablar. Basta ver lo que me ha sucedido a mí por atreverme. Tres mujeres lo denunciamos ante la Unidad para la Atención y Seguimiento de Denuncias
Dentro de la UNAM (UNAD) por acoso sexual y hostigamiento laboral, y tres estudiantes más enviaron cartas a la directora, Dra. Elva Guadalupe Escobar Briones, en las que narran cómo fueron testigos de sus intentos de besar a la fuerza a una estudiante durante el crucero en el buque oceanográfico El Puma, en la expedición del 13 al 24 de abril de 2018; cómo muestra diapositivas con contenido sexual al finalizar sus clases; cómo hace comentarios inapropiados sobre el cuerpo de las y los estudiantes y cómo abraza y “masajea” a estudiantes mujeres en espacios académicos como los desayunos de los miércoles en los jardines del ICML.
Desde diciembre de 2016, Adela Monreal, secretaria académica del ICML y Elva Guadalupe conocen esta situación de hostigamiento por parte de David, y ambas coincidían en que él tenía un problema personal conmigo. Lo comentamos varias veces, y Elva me dijo que nunca estuviera con él a solas. Que no le permitiera volverme a faltar al respeto. Pero después me envió oficios (los cuales pongo a disposición) en los que me decía que estaba obligada a trabajar en su laboratorio. Es decir, estar a solas con él. Además, nunca iniciaron el Protocolo para la Atención de Casos de Violencia de Género, el cual -lo sé ahora- debió haber sido iniciado desde el instante en que ellas dos, autoridades del ICML y de la UNAM, supieron del hostigamiento al que David me sometía violando lo establecido en el artículo 1° constitucional, en el que se establece que se debe privilegiar la aplicación de la norma que brinde la mayor protección a la persona y que es citado en el mismo Protocolo de la UNAM.
Píndaro Díaz Jaimes, jefe de la Unidad de Ecología y Biodiversidad Acuática, también conocía la situación. Cuando le dije que David me había acosado y ahora me hostigaba por no haber aceptado sus invitaciones y no hacer trabajo de técnico, su comentario fue: “Te entiendo perfectamente, tengo tres hijas. Y ni modo, son las cosas que las mujeres tienen que aguantar”.
William Lee, Coordinador de la Investigación Científica, quien se negó a recibirme por meses, cuando al fin me dio audiencia y le expliqué lo que ha sucedido, me dijo: “Es una pena, perderemos dos proyectos. Pero ya no hay nada que hacer”.
Enrique Graue, rector de la UNAM, a quien envié una carta pidiendo apoyo y explicando la situación, me mandó de regreso a interponer denuncias ante la UNAD, y de esta manera, volver a un círculo sin fin.
Como parte de su hostigamiento, David me dijo en varias ocasiones que yo no sería capaz de realizar el trabajo, que no podría sin él, sin su apoyo y que me convenía más dejar mi proyecto (ese que me exigieron para entrar al Instituto) y trabajar para él. Subrayo: para él. No para el CONACYT, que es mi empleador y quien paga mi salario, no para el proyecto comprometido y aceptado, sino para él. Me dio instrucciones de esperarlo afuera de su oficina hasta que llegara, para que me dijera qué tenía que hacer.
Pero no lo hice.
Después de dos años de soportar el hostigamiento que inició con David y que después se convirtió en violencia institucional, y de haber cumplido prácticamente con todos los objetivos del proyecto, David, Elva y Adela, firmaron la opinión institucional en la que dicen que no me he “logrado integrar con los investigadores que solicitaron la cátedra para atender las necesidades…”Así se asentaba oficialmente que yo no había logrado trabajar con un hostigador cuyas necesidades, ahora avaladas por las autoridades del ICML, eran que trabajara como técnica. Y destaca que “desde su llegada al ICML se le apoyó con espacios e infraestructura de los laboratorios de los Drs [sic] Díaz y Hernández [sic] así como en el laboratorio de usos múltiples, espacios para la docencia y para su trabajo personal, de manera similar al que se le ofrece [sic] a cada uno de los académicos contratados por la UNAM”. Pero no tuve acceso a un laboratorio apropiado para mis muestras hasta después de ocho meses de trabajo. Argumenté todas las razones técnicas por las cuales el laboratorio de David no era el adecuado y todas ellas fueron ignoradas al igual que el hecho de que David me había hostigado. Tampoco podía aceptar trabajar con quien tocó y “masajeó” a mi estudiante cuando fue a trabajar en su microscopio, además de que le ofreció dinero, becas y viajes para que hiciera su tesis con él y no conmigo. El acoso a mi estudiante sucedió incluso frente a todos, durante los desayunos del jardín del ICML que se realizan los miércoles, en los que, cuando yo no estaba presente, la abrazaba y tocaba sin el consentimiento de ella, quien también lo denunció en la UNAD.
Desde enero de 2019, Adela y Elva dieron órdenes directas de que no se registrara mi huella para acceder a mi centro de trabajo, que no se me apoyara ni con un cable, si no era a través de mi agresor. David tenía que pedirlo por mí. Y eso no iba a suceder.
Desde entonces no me contestaron un solo correo, un solo oficio, violando sus obligaciones como servidoras públicas establecidas en el artículo 7 de la Ley General de Responsabilidades Administrativas y mi derecho a una vida libre de violencia establecido en la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia. Sin embargo, gracias al apoyo de investigadores del mismo instituto, quienes reconocieron la injusticia que se cometió en mi contra, pude continuar mi trabajo. Gracias a investigadores de la UNAM que saben que la violencia de género existe y es un problema que hay que erradicar.
¿De qué sirvió Protocolo para la Atención de Casos de Violencia de Género en la UNAM? Después de las tres denuncias y las cartas de testigos, la directora, Elva Escobar, solo le impuso una amonestación a David, quien continuará acosando estudiantes, ahora con más tranquilidad, sabiendo que sus actos no tienen consecuencias.
Interpuse una denuncia ante la UNAD por hostigamiento laboral contra Elva que está perdida, porque nadie me da información sobre ella, aunque es un
derecho jurídico básico que se le informa a la persona denunciante sobre el proceso. El Lic. Rubén García Zepeda, del despacho jurídico de la CIC, encargado de darle seguimiento, no recibe mis llamadas. De cualquier forma, yo seguiré llamando.
Esto es lo que sucede en la UNAM. Para esto sirve el Protocolo. Así protegen a las mujeres de la violencia.
Ahora el CONACYT me ha reubicado en otro Centro de Investigación, después de revisar mi informe de actividades y determinar que es satisfactorio, que he trabajado y producido adecuadamente. El ICML así ha perdido dos proyectos: la cátedra y el proyecto de Ciencia Básica. Pierde el ICML al conservar a una persona que violenta a estudiantes e investigadoras, pierde el posgrado que protege a un profesor y asesor que no provee de un ambiente académico donde las estudiantes puedan desarrollar todas sus capacidades, pierde la UNAM, cuya estructura, una vez más solapa a un agresor. Pero, al parecer, no es la investigación ni la educación lo que les importa en realidad.
Lorena María Durán Riveroll
Cátedra CONACYT


segunda-feira, 26 de agosto de 2019

Odio a la UNAM, parte I.

Amaba a la UNAM, tanto como uno puede amar a una entidad formal, de una forma no humana. Era hasta hace un par de años un puma hasta el tuétano. 
Lo que ahora siento es furia, odio y asco.

Debo decir que a mi personalmente la UNAM nunca me ha agraviado, ni ha mostrado sus peores caras directamente de frente a mí. Lo ha hecho contra otros humanos que no merecen la violencia que se ha ejercido contra ellos. En particular, este artículo lo escribo movido por el odio que en mí ha levantado lo que la UNAM le hizo a una persona muy cercana a mí, y enardecido por tantas otras historias similares que delatan una corrupción profunda y, tal vez, insuperable en esta encarnación.

Es tal vez muy terrible pasar de ese amor a este odio, pero también es iluminante. Hace una década, a principios de mi posgrado, ser estudiante de la UNAM me hinchaba, no de orgullo, sino de auténtica felicidad, de plenitud me atrevo a decir. Mis amigos que estudiaban en universidades privadas eran constantemente sermoneados con todas las historias de los maravillosos privilegios que teníamos como pumas, los cursos extracurriculares, los deportes, los espacios, la maravillosa relación con los investigadores y profesores, el maravilloso caldo de cultivo ideológico formado por un espectro poblacional mucho mas transversal que el de las universidades privadas, y muchos otros. Por supuesto, reconocíamos que no todo era perfecto, la negligencia de los administrativos, la flojera infinita de los intendentes, la insolencia de los sindicalizados... de repente escuchábamos las historias de un profesor corrupto "en otra facultad" que sólo te daba calificación aprobatoria si lo sobornabas y que era "intocable". Lo reconocíamos como algo real, pero, como una excepción en una entidad que era benigna y magnánima en su bondad. Oh, diablos, que equivocados estába...

La excepción era el trato superficial que teníamos con la institución, que nos permitía acceder básicamente sólo a lo bueno y que convenientemente mantenía oculto lo corrupto del interior. Esto no es decir que todo miembro de la UNAM sea corrupto. Creo que es una minoría de personas las que lo son. Desgraciadamente esa minoría es la que tiene el poder en la UNAM, y por lo tanto, la UNAM es corrupta, dado que los honestos están en buena medida excluidos o subrepresentados en el ejercicio del verdadero poder.

Voy a repetir esto varias veces.
La UNAM es escencialmente corrupta. Y hay datos que permiten inferir que esto es peor mientras más poder tiene. Seguramente debe de haber una correlación entre esta corrupción y el degenere generalizado de todas las instituciones públicas en México, especialmente en los últimos sexenios.

La evidencia se ha acumulado en los periódicos y en mi alma: la UNAM protege a sus elementos corruptos. La UNAM prefiere defender a los criminales que a las victimas. La UNAM se sostiene con trabajo esclavo de los profesores de asignatura. La UNAM se hace pendeja de la corrupción en sus equipos deportivos. La UNAM tolera  (¿solapa? ¿fomenta?) la infinita corrupción dentro del STUNAM.

Y, además, ahora abraza el fascismo y la carcelización arquitectónica de sus espacios.

Oh, Diablos... por el bien de la UNAM, por el bien de la educación pública, debemos destruir a esta versión de la UNAM, y refundarla. No creo que la institución en este momento sea rescatable sin que penalicemos, carcelariamente, a varios de sus elementos más poderosos. Y eso, en este momento, sería como proceder penalmente con éxito contra la Cámara de Senadores en México. Es decir, no lo veo factible a corto plazo.

Pero hay que empezar aunque sea por tirar la primera piedra.

En estas próximas entradas contaré la historia que me tiene tan enfurecido, anonimizando en lo posible a los actores  y fuentes, puesto creo que todos estamos en peligro al hablar de estas cosas. Mi intención será demostrar como la UNAM se alió, como institución, con criminales académicos, en lugar de proteger a las víctimas de estos criminales. Además de eso, trataré de salpicar esto con otras historias de las que tengo algo de información que parecen indicar que hay un proceder sistemático que apunta en esta dirección. Si me da el tiempo, también añadiré otras historias similares que muestran otras formas de corrupción en la universidad y, finalmente y para que sepan que no es algo que sólo ocurre en México, mostraré otro par de historias de otras universidades en el primer mundo que parecen incurrir en prácticas similares.

Espero causar enojo en ustedes. Espero que podamos hacer algo creativo con ese enojo.

Por mi raza hablará el Espíritu.