Estamos a dos días de la primera elección popular del Poder Judicial de los Estados Unidos Mexicanos. Decir que la opinión está divida respecto a si esto debiera hacerse es decir que el agua moja. Así que no voy a hablar de esto aquí, aparte de que este supuesto cisma ideológico me parece que sigue perfectamente la linea de otra dicotomía ideológica (no me digan que no saben cual) que me parece inútil tratar de salvarlo en un ensayo express.
Mejor voy a hablar un poquito de un asuntillo que podría hacer que algunas personas se decantaran por tal o cual candidato a ministro de la Suprema Corte. Dado que el INE bloqueó la posibilidad de hacer campañas abiertas por los candidatos, la mayoría de nosotros dependimos de la información que podíamos obtener de algunos periodistas, analistas, y amigos informados, que nos podían reseñar a tal o cual candidato. Hacer la tarea de analizar a la cantidad de personas participantes en la elección, con todas las combinaciones difíciles que se presentan (elección de múltiples candidatos para cada instancia) es una tarea que pocos tuvimos la oportunidad de hacer. Sabran, supongo yo, que en mi caso me guié por analistas "de izquierda", dado que son más cercanos a mis (más que izquierdosas) ideas políticas. Así que en mi lista de deseables estaban Lenia Batres y Loretta Ortiz,porque se han mostrado por las comunidades indígenas y también porque son contraria a Norma Piña y Salinas Pliego. Entre las indeseables estaba Yazmin Ezquivel, acusada de plagio de tesis, y de conflicto de intereses durante la gestión de Ebrard en la Ciudad de México.
Bueno, resulta que las tres bloquearon uno de los intentos de descriminalización de la marihuana en México. La iniciativa bloqueada era bastante inocua desde un punto de vista "drogeril": se trataba de echar pa'tras la prohibición de sembrar-cultivar-cosechar cañamo con menos de 1% de THC para fines distintos de médicos o científicos. Loretta Ortiz declaró: [en materia de uso industrial de la cannabis] “debe abordarse desde una óptica del orden público, pues sus efectos no sólo impactan a los individuos, sino también inciden en la seguridad, la economía y el comercio” (LaJornada 2025-01-25). Lo cual no es decir nada realmente. Pero es interesante: "la seguridad, la economía y el comercio".
No se si creer que personas tan encumbradas en el poder como ellas no sepan o no crean a quien le hacen el caldo gordo al mantener la prohibición de la marihuana, especialmente tan extensiva que incluso a cepas no psicoactivas se aplica. ¿Quid prodet, mis ministras? ¿No se han dado cuenta, en serio, que la prohibición ha beneficiado a la triada Narco-Ejercito-CIA? Todos sabemos que el Narco es tan poderoso en México (o más) que el aparato estatal. Que el Ejercito recibe muchísimo de su poder, dinero y capacidad de acción gracias a que combate al Narco. Que la CIA, cuya misión principal es destruir por dentro a las naciones latinoamericanas, se beneficia monstruosamente de la existencia del Narco. Y el Narco existe gracias a que el negocio ilegal de producción,trasiego, y venta de drogas es gigantesco, trillonario, inconcebible... y para que sea así tiene que ser ilegal. El sobreprecio que lleva la venta del producto es porque es ilegal. Y el margen de ganancia es prácticamente lo más que el mercado puede tolerar, que, dada la demanda gozosa, es bastante. Y de entre todas las drogas que el Narco explota, la Marihuana es la más inocua, por mucho. Eso no está ni siquiera vagamente a discusión ya. Incluso estando convencido de que es una droga peligrosa, el narcocrimen es mucho peor. Darle más material al crimen para que le saque más ganancia es bastante poco inteligente.
Así que, ¿porqué chingaos votaron así las tres (incluso cuando otros ministros ya habían votado al revés)? ¿Qué podría haber detrás de ello? ¿O a quien beneficia? Beneficia a la triada mencionada. Muy pesimistamente me imagino que les fue "recomendado" votar así, dado que esos tres poderes pueden muy bien salir con "algo te podría pasar a tí o a tu familia". Sin importar que tan Suprema Ministra seas, la amenaza es factible. También por supuesto, aun más pesimistamente, podría haber un premio en votar así, de parte de los mismos. Ambas cosas se pueden dar juntas, pero el premio es más rastreable que la amenaza. La otra opción es también factible, aunque suene naïve: que realmente creen que "las drogas son malas y tenemos que prohibirlas por eso". La fuerza de la cultura, de la educación personal, es mucho mayor de lo que creemos, incluso entre esos cínicos mandatarios que tenemos por funcionarios públicos. Puede que estén realmente convencidas de ello al punto de que no vean las consecuencias que ha tenido la prohibición: una versión de Al Capone y la prohibición del Alcohol multiplicado 30000 veces en muertos, ganancias y sufrimiento. Los prejuicios fuertemente integrados en la personalidad son casi irrevocables, como, por ejemplo, la religión profesada. Uno puede racionalizar decisiones hechas por nuestros prejuicios culturales increíblemente bien, así que el discurso justificante a posteriori puede ocultar todo trazo del prejuicio y hasta ser convincente.
Mi mayor preocupación es que si hayan votado así porque les pasaron la instrucción. El hecho de que, incluso en este caso tan inocuo no podamos legalizar la marihuana, habla a gritos de lo fuerte que es el sistema actual de comercio de drogas: el criminal. Para mantenerlo así, también hay que sostener la narrativa cultural y demostrar "lo complejo" del asunto no avanzando ni siquiera un poquito. No se le puede mover ni un poquito porque podríamos avanzar en destrozar el poder de base del narco: el negocio. Esto resultaría en enojar a la gente más maligna y poderosa del país, y del país vecino, y este augurio no me da nada de tranquilidad, resulte lo que resulte de la elección.
Y bueno, para cerrar medio abruptamente: como parece ser un fallo sistémico general, creo que tampoco va a afectar nada mis preferencias.
sexta-feira, 30 de maio de 2025
La Suprema y La Mota
quinta-feira, 20 de março de 2025
Nazi
El insulto "nazi" es uno de los más agresivos que se pueden hacer en el mundo occidental, y tal vez en toda la Tierra. Llamar a alguien nazi es acusarlo de intolerancia homicida, de sádica capacidad de tortura, de genocida, de totalitario, de corrupto hasta el tuétano, de belicoso conquistador absurdamente egoísta, capaz de asesinar sistemáticamente a millones de personas por ambición o por odio, o por el mero gusto de hacerlo, etcetera, etcetera. Escógase una o varias de las anteriores, o todas; dependiendo del tema de discusión y de lo caliente de los ánimos. La palabra ya connota tanto, y tan fuerte, que a veces vira hacia la ridiculización: en la Internet se habla de los "grammar nazis" , cuando alguien rechaza un punto en una discusión porque tiene faltas de ortografía.
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Y aparte de malignos, rídiculos. Chequen a los gueyes de enfrente. |
¿Porqué esta palabra puede significar cosas tan malignas? La respuesta parece obvia: porque el régimen Nazi de la Alemania de los 1930-40s estaba conformada por personas así, porque el partido Nazi realmente promovía esas actitudes, porque así fue de verdad. Sin embargo hay algo que no está del todo bien en esta explicación: el régimen Nazi no era mucho peor que otros regímenes europeos de esa era o de la era inmediatamente anterior.
No estoy afirmando que no hayan sido todo lo que sabemos que fueron: está fuera de toda duda razonable que realmente la Alemania de aquellas épocas estaba gobernada por una de las peores aglomeraciones de la humanidad, y que además, gran parte de la población estaba de acuerdo con ellos. Sabemos, más allá de duda razonable, que los campos de exterminio eran reales, que casi cualquier disidencia
política o social era eliminada por tortura y asesinato, que la élite era corruptísima, que sus guerras tenían el fin de eliminar naciones para poder expandir el territorio alemán, y que esas otras gentas o bien estaban seleccionadas para ser exterminadas o para ser esclavos. Sabemos, más allá de toda duda razonable, que una gran parte de la población alemana apoyó estas medidas. Sabemos también
que los judíos fueron un blanco preferencial de estas políticas de eliminación y reapropiación de bienes, que había odio racial, y que el fenotipo de una persona podía ser suficiente razón para acabar en los campos de exterminio. Nada de esto está en duda en este ensayo.
La gran mayoría de los horrores de la Alemania Nazi ocurrieron.
El partido nacional-socialista en el poder ideó y gestionó todo eso,
con un inmenso apoyo popular.
¿Entonces cual es el pedo? ¿No está bien asociar la palabra nazi a todos esos horrores? Bueno, si, claro, pero lo que quiero decir es que la palabra y asociación tiene algo particular además de su veracidad: su unicidad. Es un insulto mucho más duro y más usual que "fascista" o "estalinista" (o "comunista" cuando se quiere usar como insulto). Es un insulto que, digámoslo así, cuenta con una propaganda especial para que sea inolvidable. Los alemanes de esa era si fueron peores que otros régimenes europeos de esa era, pero, resulta que no tantísimo peor. No fueron una "anomalía estadística" de los regímenes racistas totalitarios europeos, fueron, simplemente, uno un poco más pior que los otros. Estaban bastante cerca de la norma.
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¿Qué qué chingaos me pasa? ¿Cómo voy a comparar a los ingenieros de Auschwitz con, no se, el heroico Reino Unido? Fácil. La colonia británica de la India mató, de forma bastante consciente, millones de personas en la India, Pakistán, Bangladesh. Millones. La guerra del Opio en China, llevada a cabo anteriormente, también implicó millones de víctimas (no a balazos, pero de formas más sutiles). Bélgica tendrá la mancha del régimen holocáustico del Congo Belga un buen tiempo. Francia tenía bajo su sometimiento un tercio
de África y la Indochina casi completa, y el trato no era igual
para los colonos franceses que para los nativos, y los castigos y las
torturas físicas para los otros pueblos eran, ya sabemos, desproporcionadamente más crueles que para los morenos que para los franceses mismos. Y éstos no habían llegado ahí precisamente
por invitación. Esas otras naciones europeas estaban bien versadas en
las prácticas de conquista, desplazamiento, reapropiación de territorio.
También habían puesto en práctica sistemas de exterminio masivo de
"indeseables" por raza, disidencia, o porque estaban ocupando el territorio deseable.
EUA estuvo muy cerca de tener un gobierno pro-nazi o abiertamente nazi, e incluso sin tenerlo tenía prácticas parecidas. No se veía en ese país ningún problema con discriminar y eliminar gente de otras razas para ganar territorio y poder. La esterilización y "eutanasia obligatoria" de "indeseables" fueron abiertamente discutidas como estrategias para mejorar la estirpe. ¿Saben como se expandieron hacia el oeste los EUA y porqué ahí prácticamente no hay mestizaje con los indígenas?. Oh,tal vez eso ocurrió 100 o 120 años antes, pero las políticas de expansión y genocidio seguían siendo vistas como "opciones viables" bien entrados los 1930s. El trato con indígenas nunca fue otro que la de quitarlos del territorio. La idea de matar afrodescendientes en los estados centrales sólo por ser negros era bastante normal, especialmente ahora que estaban reclamando, oh horror, los mismos derechos de ciudadanía que los blancos.
Japón, por estar del lado del Eje, si recibió su momento estelar de villano pero, curiosamente, acabada la guerra, se olvidó rápidamente. Y lo que Japón hizo en China es bastante comparable, o tal vez incluso peor, a lo que Alemania hizo en Europa
--ajajá --
Aquí está el meollo del asunto: Alemania lo hizo en Europa. Eso es lo que se les machaca como imperdonable e inolvidable: que su puto cagadero lo hicieron en Europa, afectando gente blanca, europea, y no gente de otros tipos raciales. Incluso es que los judíos que mataron eran judíos europeos, prácticamente indistinguibles de los otros europeos. "Gente civilizada", pues. No tan fuchi morena o amarilla. Que habla alemán, o francés. O, (medio fuchi) polaco. Que sabe tocar el piano.
Que lee y hace libros sesudos europeos, Spinoza, Wittgeinstein, Marx (medio fuchi).
Y claro, la otra metida de pata nazi es que también se aventaron contra los judíos. No era tan obvio tal vez en aquel entonces que la maquinaria propagandística que los otros judíos (los ricos, los americanos) pudieran controlar iba a ser tan avasalladora. Que íbamos a tener,
desde el final de la guerra hasta ahora, casi cada año, alguna superproducción hollywoodense recordándonos qué horribles fueron los nazis, qué horror sufrieron los judíos. No recuerdo que por ejemplo se hable en esas pelis mucho de los gitanos, que fueron igualmente seleccionados para desaparecer. Sólo la propaganda anticomunista es similarmente insistente en la cultura de los medios masivos, medios primordialmente gringos con un buen capital judío. Por ende
también seguimos cada rato viendo revistuchas en todos los puestos de periódicos siguiendo machacando con el mismo morboso horror hasta el tedio, o contraproducentemente, la fascinación.
Insisto: no estoy diciendo que el insulto sea injustificado, ni estoy poniendo en duda el Horror de la Alemania Nazi. Estoy criticando que esos psicópatas de la historia tengan una campaña publicitaria-recordatoria tan desproporcionadamente masiva.
Tan, como decirlo... útil. Y que los judíos cuenten con la campaña complementaria de ser, asimismo, los más dignos de lástima, merecedores de apoyo incondicional, y, al mismo tiempo,
la mejor nación de la Tierra, productoria de genios, artistas y brillantes
benefactores, pero que necesitan todo nuestro apoyo ciego porque los nazis siguen
al acecho...
quinta-feira, 6 de fevereiro de 2025
Cheve
Yo tomo bastante cerveza. Mi consumo ha disminuido bastante los últimos años, aun así, disto mucho de ser un bebedor ocasional. El descenso en mi cantidad de ingestión no se debe, completamente, a que he decidido ser un bebedor más consciente, sino más bien a que he sido impulsado por la misma industria cervecera a dejarla. No creo que ese fuera su objetivo, por supuesto, pero literalmente me expulsaron de las filas de su público. Permítaseme hacer un relato de este proceso, que creo que ejemplifica de manera muy clara la lógica de la producción industrial enfocada en ganancia.
Cuando yo empecé a tomar cerveza, a finales de los 1990s, ya el mercado estaba completamente cooptado por dos grandes consorcios: Cuauhtémoc Moctezuma y Modelo. La primera produce la cerveza Indio, que originalmente se llamaba Cuauhtémoc, y algo del clasoracismo mexicano le cambió el nombre en algún momento. La segunda, claro, produce la cerveza Modelo. Desde los años 1930, Modelo comenzó a expandirse y comprar cervecerías locales de varios estados de la República Mexicana, y para cuando yo la conocí ya eran de ella Corona, Victoria, León, Montejo y Pacífico. Sin embargo, las últimas tres tenían un distintivo local. Seguían produciéndose en sus lugares de origen, y tenían un sabor distintivo. Todas eran muy buenas lager, y las emblemáticas Modelo y Negra Modelo realmente sobresalían por su cremosidad, cuerpo y amargor particular. En el otro campo la cerveza Indio tenía una caramelosidad muy interesante. También Cuauhtémoc Moctezuma fabricaba la Bohemia, que era una especie de pilzner mexicana muy amarga, de más contenido alcohólico (6.5%), y cuerpo casi opaco. La Noche Buena era su producción especial de fin de año, sólo se vendía en diciembre y enero, y era muy caramelosa y también de mayor graduación alcohólica.
Usté' podrá notar que escribí el párrafo anterior en pasado. Fuera modestia aparte, tengo una memoria muy buena para la gastronomía por un lado, y por otro, puedo argumentar que la historia de los grandes consorcios me permite decir que ni Modelo ni Cuauhtémoc Moctezuma existen realmente excepto como fachadas locales de Heineken y Anheuser-Bush InBev (ABinB) . Y por ende ninguna de las cervezas que yo consumí en mi temprana adultez existe ya.
Fue por ahí del 2014 que yo empecé a ser cada vez más fastidioso al hablar de la cerveza industrial mexicana. Notaba un cambio muy evidente en el sabor y en el cuerpo de las bebidas, y también noté (estaba en la etiqueta, no era ningún secreto) un descenso en el contenido alcohólico de las "lujosas": las Modelo (Negra y clara) y las Bohemias. Esto no es sólo un deseo de una cerveza tumbaburros, es un indicativo de que el contenido de malta había disminuido en esas recetas y fue muy notorio para los que prestamos atención. Otras marcas habían pasado por ese proceso de disminución de insumos de calidad, y, sobradamente, en sustitución de ingredientes. La cerveza León empezó a caracterizarse por producir unas crudas de terror, un indicativo de jarabes añadidos para lograr a costo más bajo lo carameloso que la caracterizaba. La Corona empezó a volverse indistinguible de la Sol, una cerveza que siempre se caracterizó por ser aguada ("ligera"), y Pacifico y Montejo empezaron a ser lo mismo que Corona con etiquetado diferente.
Cuauhtémoc Moctezuma fue adquirida por Heineken en el 2010 y Modelo por ABinB en el 2012. ¿Qué efectos tiene esto? Pues hablemos de los grandes consorcios multinacionales y su razón de ser: maximizar ganancias. Notemos que tanto Modelo como Cuauh ya eran consorcios enormes, monstruosos realmente, y los que los compraron son aun mayores: compañías que controlan la producción en la mayor parte del mundo. Son "Grupos" que permiten que una sola mesa de accionistas ordeñe los beneficios de muchísimas industrias, y que por ende, controlen las decisiones. Y las decisiones son siempre "maximizar ganancias". Si para ello deben de hacer un producto de calidad, tomarán esa decisión. Sin embargo, suele ser más fácil reducir costos, especialmente cuando tienes un público cautivo. Y, desde el punto de vista de estas mega-corporaciones, México *es* un público cautivo.
La gente no va a dejar de consumir cerveza industrial por un descenso en la calidad del producto, especialmente si no tiene otra opción viable. Esto, por supuesto, dice mucho de lo adictiva que es, sobre la necesidad que tenemos de emborracharnos o de aderezar las comidas con un tranquilizante ligero, y de que realmente no tenemos mucho criterio sobre lo que nos metemos al cuerpo, pero no vamos a hacer juicios sobre el público aquí. Las Corporaciones saben esto, pues a eso le apuestan. Pueden disminuir la calidad si lo hacen al mismo tiempo: si conspiran para no dejarle al público una opción viable que éste prefiera. Ambas corporaciones bajaron su calidad de forma medio gradual durante el mismo periodo de tiempo. Las cervezas de producción pequeña ("artesanal") suelen ser mucho mejores, pero justo por eso no compiten. En primer lugar, no tienen un volumen para competir contra las industriales, en segundo lugar, su costo por porción (330ml) oscila entre 2.5 y 10 veces el de una lager industrial. Es verdad que al tener un costo mayor podrían fomentar un consumo más crítico y ocasional, realmente no es el efecto que vemos. El aficionado a la Cerveza Artesanal sigue consumiendo industrial pa'l diario, excepto algunas pocas excepciones como su humilde servilleta. Dado que hay un renovamiento constante del público, ya que cada día ingresan miles de jóvenes al consumo de cheve, perder unos cuantos engreídos no es problema para ellos. El público joven, además, no tiene noción de comparación clara pues no vivió las recetas anteriores, y busca mucho más el efecto de la peda que otra cosa, y resiste mejor las crudas.
En economía hay un término para cuando un oligopolio puede ponerse de acuerdo para someter "al mercado" a sus decisiones: se habla de un cártel. El término es bastante revelador, pues generalmente lo usamos para hablar de grupos criminales. ABInBev y Heineken forman un cártel cervecero mundial. No compiten realmente, se dividen el mercado y su fuerza es tal que pueden doblegar las regulaciones locales o darle la vuelta. Por ejemplo, en EUA han tenido que repartirse equitativamente la compra de todas las cervecerías para no ser acusadas de monopolio, y han tenido que desviar la producción de Corona a ciertas plantas para dar la apariencia de diversidad.
La regulación en estos casos sirve pa' puro camote. El cartel cuenta con los recursos para adaptar sus estrategias de expansión a las reglas locales, cuenta con los abogados, contadores, y cabilderos en el gobierno. Cuenta, literalmente, con un ejercito privado en la forma de "agentes de seguridad privada" que pueden intimidar protestantes y activistas que se manifiesten contra las prácticas más sucias, como por ejemplo, la sobreexplotación de los acuíferos en el Bajío y Norte Mexicanos. Al respecto me gustaría comentar que Modelo le renta terrenos a campesinos por cuatro años, a un costo de 200 mil pesos por los cuatro años, para instalar pozos de agua y usarla. Evidentemente el agua que se extrae no sólo afecta el terreno en cuestión, afecta toda la zona circundante, y es bien sabido que los mantos acuíferos se encuentran muy sobreexplotados por este uso. Todo eso es legal. Mientras tanto, Cofepris ha cerrado pequeñas cerveceras por argumentos de que las instalaciones no cumplen con normas hechas para la gran industria.
Entonces, proceso de chafización tiene que ver con poder producir más a un costo más bajo, y con que podemos acordar dentro del cártel reducir la calidad por pasos y al mismo tiempo, si el público es cautivo. Y claro, poder vender más ayuda: al cártel no le interesa que los bebedores desarrollen un consumo "responsable y consciente". Quieren que tomen mucho, mientras no lleguen a ser tan disfuncionales que no puedan ganar dinero para pagar las caguamas. Ese es el único límite que les importa. En este proceso es por ejemplo sintomático que las cervezas Modelo y Negra Modelo se vendan ahora en caguamón (botellas de 1.2lts), siendo que antes eran las "de lujo" y que se servían en porciones pequeñas. Por supuesto que la aparición de la botellota coincidió con un descenso muy notorio en la densidad del líquido.
No todo del proceso de industrialización es nocivo. Por ejemplo, una cerveza artesanal requiere más agua que una industrial para ser producida, la industria permite optimizar varios procesos y eficientar gastos de agua. Bueno, al menos eso dicen. Hay estudios que ponen en duda ese punto. El punto que quiero enfatizar es que hay un punto de inflexión donde la optimización reduce la calidad, y que eso permite mejores ganancias siempre y cuando el público no tenga opción. En este caso el ahorro de agua es más que sobrepasado por el exceso de producción, en el fondo no ayuda nada. Como dije arriba, ahora tenemos negras modelo de caguama.
El proceso de chafización de la cerveza industrial es casi imposible de revirar en este momento por el acuerdo del cártel y lo adicto del público, que es un tema que también podríamos alegar más despuecito. Quiero acabar el ensayo con un poco de éste tema: al final no quiero simplemente poner al cártel Heineken-ABInBev como el único actor malo causante de eso; el público es también muy responsable. Si tuviéremos un mínimo de criterio, el descenso en ventas hubiera hecho que ellos replantearan sus prácticas. En un plan aun más duro, incluso llevarlos a la quiebra haría que tal vez pudieran resurgir las cervezas locales, enriqueciendo el panorama y diversidad. No hay regulación externa que pueda obligarnos ha hacerlo, que no sea percibida como dictatorial. Y claro, ellos cuentan con campañas de convencimiento que pueden ser bastante eficaces, dado que venden algo que es adictivo.
Otro punto sobre los mercados cooptados: ni Minerva, ni Tempus-Primus, ni Cucapá son cervezas artesanales desde hace unos años. Todas fueron compradas por el cártel (me parece que la mayoría por ABinB), y se notó inmediatamente en varias cosas. El aumento de producción (de repente ya están disponibles en casi cualquier oxxo y 7eleven), el descenso en la calidad (menos cuerpo, menos perfume) , y la falta de güevos. Esto último se lo dedico principalmente a Cucapá, claro, no a los fundadores sino a los actuales accionistas. Cuando Cucapá empezó sacaba cervezas de especialidad muy pesadas en botellas de 660ml con nombres como "La Migra", "Green Card" y "Border Patrol", con mensajes políticos. Han vuelto a sacar chelas con esos nombres, pero créanme: no tienen nada que ver con las originales. Minerva y Tempus se aliaban para hacer una cerveza de navidad que tenía también mensajes al SAT y otras cosas. Es chistoso que cuando ya eres un gigante posicionado tengas menos coraje y valor que cuando eres todavía pequeño.
Le he dedicado tantas palabras a este asunto porque creo que es paradigmático en como funciona la industria orientada a ganancias y los oligopólicos. Creo que con pocas variaciones podríamos adaptar este ensayo a la industria de la ropa, de los automóviles, de los programas de televisión (¡hay más que nunca ahora, baratos y para todos!), etc. Es evidente que, más que producir mejores y más productos para todos, lo que está sucediendo es que la calidad se está diluyendo en una sobre-producción. No me imagino realmente a los grandes accionistas de Heineken tomando Heineken en su yate ahora, ni a los de ABInBev brindando en su club de lujo con unas modelo de lata. O, aun peor: tienen tan poco criterio y están tan convencidos de su producto que tal vez si lo hacen. Pero lo dudo mucho. Apostaría a que no beben lo que bebe La Banda.