quarta-feira, 29 de outubro de 2014

Disfraz de Halloween.

Admito que estoy a favor del sincretismo cultural, especialmente si es divertido. En particular, la celebración de terror gringa del Halloween, una degeneración de una fiesta de honor a los muertos parecida a la nuestra, es muy apropiada para hacer protesta social y llamar la atención sobre temas incómodos. La idea se ha explotado anteriormente.

Por ende creo que sí voy a festejar el Halloween y tengo una idea para un disfraz verdaderamente aterrador. Propongo el siguiente atuendo, el monstruo más fuerte, mas temible y mas sanguinario de México y probablemente del planeta.
Me voy a disfrazar de de Funcionario Público.

Antes de que crean que estoy pensando en el típico burócrata de ventanilla, cansado y maeleado por la corrupción, que "pierde" los papeles o que falta "requisitar" algún documento, y que hace que tome décadas sacar una cédula profesional sin errores, o una licencia de conducir con el nombre bien escrito, no. Por supuesto que no, no estoy pensando en un "monstruo irónico", estoy pensando en un monstruo de verdad, uno que realmente tenga poder sobre la vida y la muerte de los demás, en cantidades incontrolables, sin recato ni asomo alguno de conciencia. En México hay por supuesto que varios funcionarios así, y están ahora en nómina, recibiendo sueldo pagado por nosotros mientras literalmente ordenan destazarnos o quemarnos vivos o violar a nuestras hijas y abuelas. Estos monstruos rebazan con creces a Bathory o Drácula (el histórico), y realmente no creo que tengan que pedirle clases a Pol Pot o a Idi Amin excepto en la grandiosidad de sus debrayes. Estos de aca son mucho más pragmáticos en su destrucción. No creen que esten defendiendo nada. Son genuinamente sádicos, crueles, violentos a ultranza, gozosos del poder de torturar y desaparecer a líderes campesinos, obreros, periodistas, muchachas guapas, etc. Quien quiera que cruce su camino. Son la expresión del Mal más puro que puedo imaginar.

Y claro, lo más terrorífico, es que existen y están cerca de nosotros.

Parte imprescindible del disfraz, aquí arriba.


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