Furiosos y tranquilos.
No estamos llenos de odio. No somos un cuerpo de choque. No vamos
a recurrir a la violencia. No somos una turba sanguinaria, ni
huestes brutales y maleducadas. Somos gente pensante y crítica,
académicos, intelectuales, universitarios, profesionistas, taxistas,
campesinos, albañiles y campesinos. Somos gente que prefiere
alinearse con la izquierda porque la derecha y el poder
convencional nos han traicionado,
porque se parecen un poco más a nosotros. No adoramos a nadie, no
tenemos ídolos o mesías, tropicales o citadinos.
Estamos furiosos, eso sí, pero estamos tranquilos. No vamos a
agarrarnos a chingadazos, aunque hay más de uno que quisiera. No
podemos ganar así. El poder tiene más y mejores armas, además le gusta
usarlas. Es una de las razones de porqué lo consideramos nuestro
enemigo. Nosotros no vamos a hacer eso. No tenemos los medios tampoco.
Nuestra furia es un sentimiento razonado, una decisión fría dada
la inoperancia de las instituciones. Tenemos motivo de sobra.
Mostramos las irregularidades del proceso mucho antes de que comenzará,
con la inequitativa y deshonesta cobertura televisiva de los
eventos políticos del país. Tan fuerte fue esto que hasta
medios internacionales lo señalaron (e.g. The Guardian).
Durante la campaña, mostramos la inconsistencia y ruindad de las
encuestas a modo. El domingo mostramos con fotos y vídeos y actas
las irregularidades del proceso. En la noche revisamos cuidadosamente
el conteo y verificamos si se ajustaba a leyes estadísticas y
probabilísticas elementales. No lo hace y también lo denunciamos.
La respuesta del TEPJF es impresionante por su silencio. Parece
una afirmación: "no vamos a escuchar a estos chavos revoltosos". Porque
así es el poder, descarta a lo joven, puesto que es su natural enemigo.
Aunque no todos seamos tan jóvenes.
Quieren que nos apeguemos a las Instituciones. Pero éstas no están
trabajando para el Pueblo, sino para el poder, y se niegan a aclarar
las demandas. Solapan candidaturas de criminales, minimizan los mismos
delitos cometidos por los partidos, especialmente el del supuesto ganador,
se niegan a organizar una segunda vuelta en casos tan necesarios como el del
2006, cuando esto hubiera dado legitimidad a la presidencia. Inventaron
un nuevo margen de error, ya que saben que repetir el 0.36% sería una
jugada débil, mejor multiplicarlo por 20.
Entiendalo. No nos vamos a ir a los chingadazos. Porque nos dan miedo, sabemos
que nos pueden matar, y que probablemente lo disfrutarían. Pero no nos vamos
a rendir tampoco. Tenemos que tomar esas instituciones inoperantes y hacerlas
nuestras. Como dicen los gringos, if you want something well done, do it yourself.
Lo haremos con la cabeza, no con las emociones. Lo haremos con la razón, y no
con la fuerza, puesto que eso nos recuerda frases pinochetistas apropiadas
por Calderón. Vamos a tomar este trabajo en nuestras manos, IFE, porque tú no
lo quieres hacer bien. Si aclaras todas las denuncias que se hicieron,
restableces los votos robados e impones las sanciones debidas a los que cometieron
los delitos, y aun así demuestras que EPN ganó limpiamente, dejaré esta batalla
particular. Si no lo haces serás una carga inútil para el país, una institución
putrefacta y parasitaria. Y dado que cargas con el estigma del 2006, vas
a tener que hacer un esfuerzo extraordinario para que "respetemos a las instituciones".
Los estamos viendo, muy de cerca, a todos.
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